Entrar en el Museo Rodin de París es sumergirse en un palacio que te traslada a otra época en sus distintas estancias ricamente decoradas y que permite admirar de cerca maravillas del arte escultórico que seducen nuestro contemplar. Los jardines de esta mansión, igualmente encantadores, también se convierten en un museo, en esta ocasión al aire libre.
Con un promedio de 500.000 visitantes por año, es uno de los museos más populares en Francia, después de otras visitas obligadas como el Louvre, Versailles o el Museo de Orsay, pero delante de otros como el museo Picasso.
Esto, aparte de reflejar la notoriedad del trabajo de Rodin, también se debe al especial encanto del lugar en el que se enmarcan las esculturas.
Vamos a recorrer este espacio que tiene el privilegio de acoger gran parte de la obra de uno de los más importantes escultores de la historia del arte. El museo está enclavado en el corazón de París, muy cerca del Puente de Alejandro, los jardines y el Hotel des Invalides. Yo aproveché la misma mañana que visitaba la tumba de Napoleón y el Museo Nacional de la Armada (en Les Invalides) para acercarme al museo Rodin.
Es una mansión particular de principios de siglo XVIII, de exquisita arquitectura y decoración. El edificio consta de 10 salas en la planta baja y 8 en el primer piso, con una escalera acotada por una bonita balaustrada de hierro forjado.
Nada más entrar a la planta baja nos damos cuenta de que resulta muy atractiva por su arquitectura con el amplio vestíbulo que da paso a una sala con una estupenda perspectiva de la parte trasera del jardín.
La decoración de las salas es la original de la época de Rodin, y por ejemplo podemos pararnos a descansar en las sillas, butacas o sillones del XIX. Las obras de arte aparecen expuestas por orden cronológico y presenta obras claves de Rodin como El Beso o Eva.
Su jardín de 3 hectáreas, remodelado en 1993, también alberga algunas de sus más famosas esculturas, como las monumentales Puertas del Infierno, esculpidas en bronce, o una muestra de El Pensador. Con la cúpula de Les Invalides y la Torre Eiffel y al fondo pasearemos entre esculturas, estanques, fuentes y rosales.
El Museo Rodin cuenta con una interesante agenda que va desarrollando distintas actividades y exposiciones temporales. Vendrá bien echarle un vistazo antes de acercarnos para comprobar si nos interesa, ya que las muestras temporales se pagan aparte. Ahora, hasta el 2 de marzo se puede disfrutar de una exposición dedicada a Rodin y la fotografía.
La última vez que estuve en el Museo, tuve la oportunidad de entrar a una exposición temporal que mostraba dibujos eróticos del artista: “Rodin. Las figuras de Eros. Dibujos y acuarelas 1890-1917”. El autor, considerado el padre de la escultura moderna, también se dedicó al dibujo, en el que el erotismo femenino adquirió relevancia.
Mujeres en distintas y explícitas posiciones amatorias que es su época algunos consideraron impúdicas pero que llegan hoy día con fuerza erótica en una muestra de 5 esculturas y 140 dibujos y acuarelas eróticos. De los 9000 dibujos que se conservan de Rodin, 7000 están en este museo, y son esencialmente desnudos femeninos.
En definitiva, si os gusta la escultura considero que pasarse por este Museo merece mucho la pena. Recorrer el palacio, los jardines y cómo no las piezas escultóricas se convierte en un paseo estupendo.
El Museo Rodin forma parte de la red de Museos Nacionales franceses, y la entrada a las exposiciones permanentes y a los jardines cuesta 6 euros, aunque si prefieres simplemente ver las esculturas al aire libre existe una entrada por 1 euro. Se puede acceder al Museo con la Paris Museum Pass, sin guardar cola. Abre todos los días a las 9.30, excepto los lunes, día de descanso.
Leido en: http://www.musee-rodin.fr/
P/D:La exquisita decoración y arquitectura de esta mansión del siglo XVIII, conservadas en excelente estado y muestra original de la época, son uno de los reclamos fundamentales para los cineastas.
También canales de televisión de todo el mundo han trasladado sus equipos a este museo, así como fotógrafos que han querido retratar las bellas estancias de la mansión o su jardín, que también guarda rincones fabulosos. Pronto volveré sobre este escenario de película, que contiene la obra de un artista genial.
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