viernes, 9 de mayo de 2008

Nuestra Señora de Luján


Nuestra peregrinación del día de hoy será por tierras Argentinas; viajaremos a la Basílica de Nuestra Señora de Luján, situada a unos 60 kilómetros de Buenos Aires.


Haremos una breve reseña histórica para conocer el origen de este santuario Mariano que tanta importancia reviste, especialmente para el pueblo argentino.


Alrededor de 1630 un portugués de nombre Farías pidió a un amigo suyo que le mandase desde Brasil una imagen de la Concepción de María para colocarla en una capilla que estaba construyendo en Sumampa. Al poco tiempo recibió no sólo una sino dos imágenes, una bajo la advocación de la "Inmaculada Concepción" y otra de la de "Madre de Dios".


Una vez llegadas las imágenes los troperos las montaron en una carreta y emprendieron el viaje hacia el norte; se detuvieron a las orillas del río Luján para pasar la noche; pero a la mañana siguiente se dieron cuenta de que los bueyes no podían mover la carreta a pesar de que le quitaran peso. Con gran esfuerzo bajaron la caja que contenía la imagen de la Inmaculada Concepción y sólo así pudieron los animales mover la carreta. Los troperos entendieron esto como una señal de que la imagen debía quedar en ese lugar para ser venerada.


Comenzaron a divulgar lo sucedido y a venerar a la Virgen en un pequeño oratorio construido en el mismo sitio; acción a la cual Ella correspondió con varios prodigios y milagros. Pero 50 años después el lugar quedó despoblado, hasta que la señora Ana de Matos compró la imagen y la llevó a Luján, donde, ayudada por un mayordomo, un fraile carmelita y un capellán, le construyó una capilla digna.


En 1762 Juan de Lezica erigió otro templo en el cual se veneró la imagen por más de un siglo, hasta que en 1874 el P. Jorge Salvaire construyó la basílica actual en cumplimiento a un voto hecho a Nuestra Señora si lo salvaba de morir en manos de los indígenas. La basílica fue construida al estilo gótico del siglo XII con dos torres que miden 106 metros de alto. La fiesta se estableció para el día 8 de mayo.


El santuario de Luján se impone a los demás santuarios del país; se ha convertido para los argentinos no sólo en historia, sino en identidad, aun para los no católicos. Es el lugar donde se toma conciencia histórica de la patria, es decir del pasado, presente y futuro de la nación; "es principio de solidaridad de los argentinos, donde el espíritu se encarna para llamar a la Gracia a los demás mediante ese "estar juntos" en el santuario, esperando que Dios mueva los corazones con gracias de unidad, pacificación y reconciliación".


Existen algunos datos peculiares acerca de este santuario mariano de Luján, por ejemplo que es considerado por los argentinos como un lugar especial para que los niños reciban el sacramento del Bautismo; es también considerado como lugar de penitentes, pues allí se llegan para obtener la reconciliación con Dios y para pedirle el auxilio en la perseverancia en la fe y en la vida moral. Existe un sentimiento popular de que para que una visita a Luján sea "completa" se requiere confesar los propios pecados, escuchar la Palabra de Dios, acercarse a la Eucaristía y presentar la acción de gracias por medio de María.


Al lugar acuden cada año unos 8 millones de peregrinos que desean encontrar a la Madre de Dios y de profundizar en la propia fe, porque quieren ser felices como Ella que fue "dichosa por haber creído". Desde el momento de la Anunciación y de la Concepción, desde el momento del Nacimiento en la cueva de Belén, Ella siguió todos los pasos de Jesús en su maternal peregrinación de fe; a través de su vida en Nazaret, durante la separación externa, y sobre todo en el Gólgota.


En noviembre de 1995 los obispos argentinos que hicieron su visita "ad limina" a Roma llevaron consigo la estatua de Nuestra Señora de Luján para que fuese bendecida por el Papa Juan Pablo II. En octubre de 1998, durante su visita a la Iglesia Nacional Argentina de Roma - que concluyó con la entronización de la Virgen de Luján-, el Santo Padre expresó su afecto especial por el pueblo argentino y profundizó en la maternidad espiritual de María.


La Santísima Virgen María juega un papel decisivo en la tarea de la Nueva Evangelización del continente Americano; a Ella debemos pedir que todo cristiano se convierta en protagonista del mundo nuevo que Jesús, Señor de la Historia vino a proponernos.


Esperamos que esta visita al Santuario de Luján les haya servido para reavivar ese deseo de crecer en la fe, que es común a todos los peregrinos que lo visitan. La próxima ocasión iremos hasta Cuba, al Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.

























Fuente:http://es.catholic.net/turismoreligioso/675/2898/articulo.php?id=3463










P/D:Nuestra peregrinación del día de hoy será por tierras Argentinas; viajaremos a la Basílica de Nuestra Señora de Luján






Enséñanos, María a aceptar sin preguntar


1-¡Qué prueba tan dolorosa! Prepárate, Madre, para la hora del Calvario. Ahí lo perdiste por tres días terribles; pero lo recuperaste entero. Allí te lo matarán a mordiscos todos los pecados de los hombres, como rabiosos lobos. Al final, cuando pudiste recoger lo que quedaba de tu Hijo; era un muerto y un cadáver destruido desde la cabeza a los pies; la cabeza rota por las hondas espinas; la cara desfigurada por las bofetadas; el pecho y la espalada aradas por los latigazos; las manos y pies horadados por los clavos: el corazón partido por una lanza.


Perdido y hallado. Perdido y no encontrado en el callejón lóbrego de la muerte. Perdido y hallado vivo. Perdido y hallado muerto, destinado solo para el sepulcro. Y ahí terminó la muerte; en un sepulcro pétreo que impedirá acercarse a los restos del amado hijo,


2-Prepararnos a las separaciones. Vivir un cierto tiempo es separarse de algunas personas. Vivir un trecho más es separarse de más seres. Durar más tiempo es separarse uno de los que me sobreviven. Cada separación es un desgarrón. Uno muere al final desgarrado y desgarrando a alguien más.


3- ¿Por qué me buscabais? La pregunta que toca la herida abierta, haciéndola sangrar. María sangraba por aquella herida de su corazón. El doloroso por qué de María quedó acallado con el misterioso por qué del Hijo. María sabía que aquel hijo sería cada vez menos de Ella y más del Padre y de todos. María aceptó del desgarrón del hijo que se va de la casa, por ley de la vida, en este caso por ley divina. Pero aceptó sangrando.


4- María conservaba todas estas cosas en su corazón. Su corazón sangraba. Con oración y obediencia la curaba pero al mismo tiempo la abría,, porque esa herida nunca se cerró. Y de pronto un día, en el Calvario se abrió completamente y sangró a torrentes. Sólo en el cielo se ha cerrado del todo aquella herida, María ya no pregunta más; ha recibido todas las respuestas y una corona eterna por no haber preguntado indiscretamente sobre los misterios que le rodeaban.
Enséñanos, María a aceptar sin preguntar, hasta que Dios quiera ofrecernos su respuesta. Al final, todos diremos que Dios tuvo la razón, para que nuestra fe fuera meritoria.




autor P. Mariano de Blas LC

AHIMSA O NO VIOLENCIA



Formas sutiles de Ahimsa o violencia

Sólo la gente ordinaria piensa que la no violencia consiste en no dañar físicamente a ninguna criatura viva. Ésta no es sino la forma grosera de Ahimsa. El voto de Ahimsa se rompe, simplemente, por mostrar desprecio hacia otro hombre, por tener antipatía o un prejuicio irracional hacia alguien, por mostrarse mal predispuesto con los demás, por odiar a cualquier persona, por abusar de alguien, por hablar mal de otros, por murmurar o difamar, por cobijar pensamientos de odio, por proferir mentiras o por arruinar a otra persona de forma alguna.
Toda palabra dura y desagradable implica violencia, o Himsa. Proferir palabras desagradables contra los mendigos, sirvientes o cualquier persona que se crea inferior es dañar. Herir los pensamientos de los demás por medio de gestos, expresiones, el tono de voz y palabras duras es también Himsa. Menospreciar o mostrar una descortesía deliberada hacia una persona ante los demás es un daño imperdonable. Aprobar los actos desagradables de alguna otra persona es un daño indirecto. No tener éxito en aliviar el dolor de alguien, o incluso negarse en acudir a la persona que sufre, es una manera de dañar. Es el pecado de omisión. Evita estrictamente toda forma de rudeza, directa o indirecta, positiva o negativa, inmediata o retrasada. Practica Ahimsa en su forma más pura y hazte divino. Ahimsa y la divinidad son la misma cosa.


Ahimsa, una cualidad del fuerte

Si practicas la no violencia, debes renunciar también a los insultos, reproches y criticas. Nunca debes vengarte, ni desear ofender a nadie, aun tras extrema provocación. No debes tener ni un solo mal pensamiento contra nadie. No debes cobijar ira alguna. No debes maldecir. Debes estar preparado a perder con alegria incluso tu vida en la causa de la Verdad. La Verdad Última sólo puede alcanzar se por medio de Ahimsa o No Violencia
Ahimsa es la cumbre de la valentía. La no violencia no es posible sin intrepidez. La no violencia no la pueden practicar personas débiles. No la puede practicar un hombre que tema terriblemente a la muerte y que no tenga poder de padecimiento y resistencia. Es un escudo no del afeminado, sino del poderoso. Ahimsa es una cualidad en la conducta del fuerte. Es un arma del fuerte. Si un hombre te pega con un palo, no debes tener ni un solo pensamiento de venganza, ni tampoco un solo sentimiento de antipatía hacia quien te atormenta. Ahimsa es la perfección del perdón.



Swami Sivananda - "Senda Divina"

























P/D:Unas breves orientaciones para una de las prácticas milenarias que más seguimos necesitando todos los hombres y mujeres del planeta: la "No violencia" o Ahimsa como la llaman en India. Esperamos nos sirva para reflexionar a todos...

¡¡Cumpleaños de verydiro!!

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