La consola, que es el lugar desde donde se activan los registros y las notas es de carácter puramente mecánico, tiene dos teclados manuales de 54 notas cada uno, y un teclado de pedal o pedalera de 27 notas.
Este órgano posee aún las dos bombas de aire accionadas a mano originales, si bien el uso normal actual es de un motor ventilador eléctrico.
El instrumento en su totalidad está conformado por materiales nobles, los cuales han perdurado en el tiempo (marfil y ébano en los teclados, estaño-plomo y madera de abeto en los tubos; roble y abeto en las secretas y porcelana y dorados en los rótulos de los registros).
Este órgano se presta muy bien para ser utilizado en la liturgia y también en conciertos, ya sea como acompañante de conjuntos de cámara como para uso solista.
Durante varios años solo fue utilizado, ocasionalmente, por las hermanas que atendían el colegio contiguo a la capilla, para misas o celebraciones del colegio, y también para conciertos del Centro de Divulgación Musical, en el marco del ciclo “Conciertos de órgano en los barrios”.
Luego de su restauración dispuesta por la Dirección General de Patrimonio, que estuvieron a cargo de los técnicos organeros Carlos E. Amadini, Juan Weinhold y Hernán Amadini, el órgano se encuentra en perfecto funcionamiento y en la actualidad se utiliza para los conciertos organizados mensualmente en la iglesia.

Es el edificio de influencia alemana más importante en la ciudad de Buenos Aires y en el país. Una obra paradigmática del estilo neorrománico alemán.
Es la pieza más notable fuera de Alemania de la cultura arquitectónica que acompañó la reunificación de ese país y se identificó en la iniciación de la época “Bismarchiana”.
Es la obra culminante y consagratoria de la producción del arquitecto Ernesto Bunge, fundador de la Sociedad Central de Arquitectos, figura señera de la profesión en el país y en el extranjero.
Es una obra que marcó rumbos en la redefinición de la estética de la arquitectura argentina.
La iglesia de Santa Felicitas es un testimonio único de la arquitectura religiosa del último cuarto del siglo XIX en el país por sus cualidades compositivas y de diseño, por su unidad estilística, por la incorporación de inéditos componentes decorativos, como vitrales con iluminación a gas en ambos altares y otros distintos; por ser evidencia única de los sistemas constructivos y decorativos utilizados en Buenos Aires en ese período, que llegaron casi íntegros hasta hoy.
En Buenos Aires, del 31 de agosto al 3 de septiembre de 1999, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizó una conferencia internacional, “La Cultura Arquitectónica hacia 1900”, a la que asistieron trescientos arquitectos de todo el mundo, entre los que se contaban alemanes, ingleses, franceses, españoles, estadounidenses, belgas y un arquitecto hindú.
Tres de estos arquitectos el alemán Winfried Herdinger, el belga Fos Vandenbruden y el catedrático de la Universidad de Canmbridge, David Watkin, visitaron el templo de Santa Felicitas y declararon que “el templo de Santa Felicitas es único en el mundo, como testimonio del estilo neorrománico propugnado a partir de 1870, con la instauración del imperio alemán.” (ver publicación del diario La Nación del 14 de septiembre de 1999, página 13).
Biografía de Ernesto Bunge
Ernesto Bunge nació en Buenos Aires el 12 de diciembre de 1839. Su padre Carlos Augusto Bunge, nació en Remscheid, (Alemania), en enero de 1804 y murió en buenos Aires el 2 de enero de 1849. Fue cónsul general y Encargado de Negocios de Prusia en Buenos Aires.
Después de sus estudios secundarios, Ernesto Bunge fue a estudiar a Alemania. Ingresó en la Real Academia de Arquitectura de Berlín, donde obtuvo el título de arquitecto. Siguió también los cursos de la Real Gewerbe Sckule (Escuela de Artes) en Krefeld , sobre el Rin.
Ya diplomado ingresó en Berlín, en el estudio de los afamados arquitectos Gropius y Schmieden y trabajó con ellos cinco años. En 1867 se presentó a un concurso de proyectos para un hospicio de insanos en Neustad Eberswalde y obtuvo el primer premio.
Regresó a Buenos Aires en 1869. El 9 de septiembre de 1878 el Decano de la Facultad de Matemáticas expidió a su favor el título de arquitecto argentino.
El 18 de mayo de 1886 con un grupo de profesionales fundó la “Sociedad Central de Arquitectos”, en Buenos Aires, de la que es su primer presidente, hasta su muerte.
Fue autor y director de la construcción del edificio de la Penitenciaria de Buenos Aires en lacalle Las Heras, (hoy inexistente), cuyos planos fueron muy alabados en Alemania, donde llamaron la atención por las importantes innovaciones que introdujeron en esta clase de construcciones; de las cárceles de Dolores y San Nicolás, de la iglesia Santa Felicitas (Isabel la Católica 520, en Buenos Aires); de la Escuela Normal de Mujeres, manzana entre las calles Córdoba, Riobamba, Paraguay y Ayacucho) y de varios asilos para la Sociedad Damas de Caridad, asilos maternales. Fue autor de los planos del Hospital de Niños.
Gran número de residencias particulares, entre ellas las de las familias Pereyra, Cobo, Chas, Leloir, Lezica, Ayerza, Dorrego, Guerrero, Pacheco.
Fue durante muchos años académico de la Facultad de Ingeniería de la que había sido uno de los fundadores. Se desempeñó como corresponsal de importantes revistas científicas de Europa, y fue el primer arquitecto que introdujo en Buenos Aires, la edificación que llamaremos moderna.
La Gruta de Nuestra Señora de Lourdes
El 8 de diciembre de 1898, con diversas ceremonias religiosas se inauguró la Gruta de Lourdes en los jardines de la iglesia de Santa Felicitas. Es reproducción exacta de la que se encuentra en Massabielle, Lourdes. Evoca la aparición de la Santísima Virgen a Bernardette Soubirous.
Costeada por las familias barraqueñas, las obras estuvieron a cargo del Ingeniero G. Kreutzer; el escultor Juan Bellotti y el constructor Manuel Domenighetti.
En Lourdes la Madre de Dios se presentó en varias apariciones y le dejó su mensaje de salvación a Santa Bernardita.
Oración para pedir por la salud de los enfermos
¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a tu maternal corazón, para pedirte que derrames a manos llenas el tesoro de tus misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches: pero acuérdate, como dijo tu siervo San Bernardo, que jamás se oyó decir que ninguno de los que acudieron a ti haya sido abandonado. ¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por tu mano curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo… Alcánzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más alcánzanos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios. Amén.
Virgen de Lourdes, ruega por nosotros.
Consuelo de los afligidos, ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, ruega por nosotros.
Rezar tres Avemarías
P/D:la Iglesia no posee un estilo definido.
Su fachada tiene reminiscencias neogòticas y neorromànticas.
el reloj, fabricado en inglaterra en 1870 enviados por Smith, la màs antigua fabrica de relojes ingelsa.
Uno queda impresionado por la Iglesia... Te llena el corazòn de belleza.
Fue construida en memoria de Felicitas Guerrero de Alzaga. La mujer màs bella de la republica.